Los espacios virtuales de Balance me han impactado de manera general y eso me ha llevado a tomar decisiones propias que van desde las formas en que ahora elijo cómo relacionarme con otras personas hasta al acceso de servicios de salud. Respecto a la salud sexual, una vez que me nombré y acepté – acompañada también por procesos terapeúticos –, comencé a investigar apoyándome del internet y de otras organizaciones de la sociedad civil – además de Balance – acerca de los métodos seguros para prácticas sexuales, los riesgos que pueden existir y la forma de prevenirlos, ahora con esta información puedo identificar cuando no soy debidamente atendida en servicios de salud sexual o cuando se me está dando una información incompleta.